Vale.
Ya está. Creo que me han convencido. Ya ha entrado en vigor la ley de
Seguridad Ciudadana, con la que criticar a la Corona en las redes
sociales se convierte en delito. Qué mejor forma de conseguir que los
ciudadanos amemos a la Corona! Pues claro que sí! ¿Cómo no se nos había
ocurrido antes, con lo fácil que era? De tan eficaz que resulta, creo
que incluso me he enamorado del rey. Y también de su padre. Qué hombre
más guapo y democrático! Qué morbo me da verlo en esa foto con el
elefante muerto de Botswana. ¡Cuánta virilidad desprende! Pero si el
padre estaba potente, el hijo ya ni te cuento. Lástima que ya esté
casado, y además con una mujer. Pero seguro que a la reina de Inglaterra
se le mojan las bragas cuando ve a nuestro Felipe. Si es que somos la
envidia de Europa!
De repente amo a la monarquía. Qué gran detalle que hace dos años el antiguo rey expusiera los gastos de la casa real. Qué ejercicio de transparencia, Dios mío! Aunque si fuera por mí, ni haría falta. Todo dinero es poco para una familia que lleva el honor de España y la realeza Borbónica en su sangre azul! Los cientos de miles de euros que cobra la infanta Leonor con ocho años me parecen pocos, incluso. Si fuera por mí, le daría más para que se lo gastara en barbies y ponnies rosas transgénicos. Y nada de que hay niños pobres en España. Porque como dijo una política del PP, la pobreza infantil es culpa de que los padres sean pobres. O sea, ¡que se jodan!
Qué detalle por parte de su padre Juan Carlos Primero de Borbón el de abdicar para renovar la corona y dar paso a una pareja tan ejemplar como Felipe Sexto y Letizia. Qué gran ejemplo para esta gran España! Qué gran ejemplo para los españoles y españolas, que si no fuera por ellos, iríamos perdidos sin referentes ni modelos ni unidad nacional y quizás nos suicidaríamos en masa por las calles. Porque España es una gran nación y se merece a una familia real tan moderna y 'cool' como ésta, que parecen Barbie y Ken. Y esos rojos que querían un referéndum, ¿sabéis qué les digo? Pues que no, porque un referéndum cuesta dinero y para imprimir las papeletas se cortan árboles. Y además, que en España de democracia vamos sobrados, que eso ya lo votamos (indirectamente) cuando votamos (bueno, votaron) la amada Constitución Española en 1978. Que de eso sólo hace cuatro días como aquel que dice.
Pues eso, que entre ETA y los moros que volaban trenes ya tuvimos bastante como para ahora tener que sufrir el malvado terrorismo republicano de Facebook. Porque sí, eso es terrorismo a partir de ahora. Yo estoy muy asustado porque creo que tengo algunos rojos en mi facebook y si publican algo contra el rey quizás me sangran los ojos o me explota la cabeza. Mucho miedo tengo de encontrarme una bandera tricolor debajo del coche o de que en un partido de tenis pongan el himno de Riego por equivocación y muramos todos. En fin, suerte del ministro Fernández Díaz, que además de ser muy católico y de matar peligrosos inmigrantes desarmados, nos ha hecho esta ley para protegernos del terrorismo de las palabras, del terrorismo de los colores y del terrorismo de las canciones. Porque se ve que pensar, hablar y cantar es ya tan peligroso como matar.
De repente amo a la monarquía. Qué gran detalle que hace dos años el antiguo rey expusiera los gastos de la casa real. Qué ejercicio de transparencia, Dios mío! Aunque si fuera por mí, ni haría falta. Todo dinero es poco para una familia que lleva el honor de España y la realeza Borbónica en su sangre azul! Los cientos de miles de euros que cobra la infanta Leonor con ocho años me parecen pocos, incluso. Si fuera por mí, le daría más para que se lo gastara en barbies y ponnies rosas transgénicos. Y nada de que hay niños pobres en España. Porque como dijo una política del PP, la pobreza infantil es culpa de que los padres sean pobres. O sea, ¡que se jodan!
Qué detalle por parte de su padre Juan Carlos Primero de Borbón el de abdicar para renovar la corona y dar paso a una pareja tan ejemplar como Felipe Sexto y Letizia. Qué gran ejemplo para esta gran España! Qué gran ejemplo para los españoles y españolas, que si no fuera por ellos, iríamos perdidos sin referentes ni modelos ni unidad nacional y quizás nos suicidaríamos en masa por las calles. Porque España es una gran nación y se merece a una familia real tan moderna y 'cool' como ésta, que parecen Barbie y Ken. Y esos rojos que querían un referéndum, ¿sabéis qué les digo? Pues que no, porque un referéndum cuesta dinero y para imprimir las papeletas se cortan árboles. Y además, que en España de democracia vamos sobrados, que eso ya lo votamos (indirectamente) cuando votamos (bueno, votaron) la amada Constitución Española en 1978. Que de eso sólo hace cuatro días como aquel que dice.
Pues eso, que entre ETA y los moros que volaban trenes ya tuvimos bastante como para ahora tener que sufrir el malvado terrorismo republicano de Facebook. Porque sí, eso es terrorismo a partir de ahora. Yo estoy muy asustado porque creo que tengo algunos rojos en mi facebook y si publican algo contra el rey quizás me sangran los ojos o me explota la cabeza. Mucho miedo tengo de encontrarme una bandera tricolor debajo del coche o de que en un partido de tenis pongan el himno de Riego por equivocación y muramos todos. En fin, suerte del ministro Fernández Díaz, que además de ser muy católico y de matar peligrosos inmigrantes desarmados, nos ha hecho esta ley para protegernos del terrorismo de las palabras, del terrorismo de los colores y del terrorismo de las canciones. Porque se ve que pensar, hablar y cantar es ya tan peligroso como matar.
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