Estoy bastante de acuerdo con algunos
puntos del texto pero la crítica me parece exagerada, y la alternativa que se
plantea no está desarrollada en absoluto. Yo pienso que el 15M tuvo como factor
positivo el hecho de integrar y unir a casi todo el colectivo de gente soñadora
que ya antes se había movilizado o estaba a punto, y de ampliar su conocimiento
tanto teórico como práctico, enlazando diferentes grupos e ideas. Como se dice
en uno de los comentarios, algunas organizaciones sociales actuales pueden en
parte haber sido consecuencia del 15M. Y en este sentido, el 15M no ha hecho
más que empezar. El factor negativo es que el 15M no amplió el número de gente
soñadora movilizada de forma significativa. Quizás algunas personas se
interesaron durante unos días, mientras duró. Quizás otras lo vieron con la
idea de que el 15M ya haría el trabajo de manifestarse por la democracia real y
por lo tanto no hacía falta molestarse.
Este segundo punto es preocupante pero
no creo que el 15M sea el causante de la apatía social en España. En un
comentario se da a entender que la mayoría absoluta del PP fue culpa del 15M
por haber causado una mayor fragmentación de partidos pequeños. Es necesario
ser críticos pero no nos pasemos, o en todo caso, pensemos un poco las cosas
antes de escribirlas. La apatía social es un problema grave pero supongo que
siempre va haber una mayoría de personas despreocupadas ante la injusticia
social, económica y política. Realmente no tengo ni idea de cómo se puede
animar a la mayoría de gente, o si vale la pena hacerlo. Bastante me temo que,
entre otros factores, para ampliar el número de persones dispuestas a movilizarse
la situación económica y social tiene que deteriorarse hasta volverse
generalmente desesperada.
Por otra parte me parece un poco
ingenuo pretender que un movimiento logre cambios reales en política en
cuestión de meses. Quizás me equivoque, pero si nos fijamos en la historia
humana las revoluciones se prolongan durante muchos años e incluso siglos. Y
muy pocas veces son revoluciones completas. Se trata de una lucha constante de
generación en generación que con el tiempo acaba mostrando cambios
estructurales. Aunque también es cierto que en algunos pocos casos la realidad
puede cambiar en poco tiempo.
Yo no tengo las manos manchadas de
sangre, pero no creo que este sea motivo para no poder hablar de violencia.
Tengo muchas dudas sobre si el uso de la violencia va a dar más frutos que el
15M a la hora de conseguir cambios reales en el poder político. Tendría que
discutirse a fondo de qué tipo de violencia hablamos. ¿Realmente el autor del
artículo cree que ir a Génova a destrozar la sede del PP a pedradas sería una
mejor solución? Quizás lo sería si fueran miles los que lo hicieran, pero aún
así nos preguntamos ¿y después qué? Yo no soy de los que tiene el dogma de la
no violencia, ya que si nos fijamos en muchos episodios históricos
revolucionarios se ha hecho uso de la violencia (aunque también se podrían
destacar algunos ejemplos donde no ha sido así). Pero en todo caso debe ser una
violencia organizada e inteligente, con una alternativa sólida detrás. Quizás un
grupo armado organizado con objetivos selectivos sería más efectivo que la
destrucción de sedes o bancos. La violencia urbana, si la practican
pocos, puede ser incluso contraproducente ya que puede ser utilizada por la élite a través de los medios a su beneficio. En cambio, una violencia que
tuviera como objetivo los sectores de la élite que dominan principalmente el
poder opresor, es posible que socialmente fuera más aceptada (a pesar del papel
opositor que tendrían los grandes medios). Pero nos encontramos con el mismo
problema. ¿Y después qué? Para conseguir cambios estructurales se necesita un
poder tan o más grande que el que se está intentando derrumbar, así como una
aprobación social mayoritaria. Y en este sentido la violencia organizada, en la
España de 2013, se encontraría con los mismos problemas que el 15M. De todos
modos, las circunstancias del entorno pueden cambiar en menos tiempo del que
parece.
El tema de la violencia es delicado
porque puede ser muy complejo, puede ocasionar consecuencias represivas muy
negativas si no se tiene suficiente fuerza y en todo caso no creo que a día de
hoy podamos estar mínimamente seguros de sus efectos en nuestro país. Además,
veo que hay vías pacíficas que no se han agotado o ni siquiera se han
intentado. Una es usar el poder de los trabajadores en forma de huelga general
indefinida. Es cierto que hoy esta posibilidad parece muy remota e improbable
pero si la situación social empeora significativamente ésta tendría que ser una
opción sobre la que reflexionar desde las organizaciones sociales y los
sindicatos limpios. Si, como está ocurriendo en Grecia, la huelga fuera
prohibida y reprimida con amenazas de cárcel, el propio sistema estaría
socialmente legitimizando una respuesta violenta por parte del pueblo (digo
socialmente, a ojos del conjunto de la sociedad).
Finalmente
una reflexión sobre el empleo de la violencia. Algunos dicen que la violencia es
el único recurso para cambiar el sistema pero yo me pregunto si es para cambiar
hacia un sistema notablemente mejor y más justo. Para tumbar un sistema armado
hasta los dientes se necesita un ejército potente bien equipado, y esto
requiere un suministrador que difícilmente lo hará sin esperar nada a cambio.
Durante la Guerra Civil el lado republicano fue deteriorado por los comunistas,
que estaban financiados y armados – y por lo tanto dirigidos – desde Moscú.
Ellos acabaron con los grupos realmente revolucionarios anarquistas, marxistas
y sindicalistas. Algo parecido está pasando en Siria. Cuando el bando
revolucionario cae en manos de poderosos intereses externos como Arabia Saudí o
Qatar, es posible que se gane la guerra, pero difícilmente se conseguirá un
sistema mucho mejor que el anterior. Porque según mi opinión el sentido de
cambiar de sistema recae en la justicia social, y no estoy seguro de hasta qué
punto esto se puede conseguir con violencia.
Bien, como supongo que le pasa a la
mayoría yo me siento bastante confuso con todo y tengo profundas dudas sobre
qué vías hay que utilizar tanto a nivel individual como social ante esta
realidad. Pero éstas han sido mis reflexiones a día de hoy y espero que puedan
resultar interesantes.